REALIDAD ESPIRITUAL
Revindicamos una dimensión espiritual de la humanidad. Afirmamos que el espíritu humano no se limita solamente a su inteligencia y que las leyes de la naturaleza no explican el conjunto del devenir del ser humano. Creemos que la satisfacción material de todas las necesidades y de todas las aspiraciones de los hombres o de la sociedad no basta para crecer como persona. Proponemos por lo tanto una solidaridad con los demás, de libre elección y no impuesta.
Afirmamos la posibilidad para cada persona de realizar un movimiento de trascendencia que descubre en ella misma; participando de un proyecto que la sobrepasa, que sobrepasa su contingencia personal, da un sentido a su historia y la del mundo.
Para muchos, la trascendencia sólo tiene una dimensión religiosa: es Dios quién da a la Humanidad la vocación de ir más allá de sus capacidades y quién, incluso, la invita a hacerlo. Otros, en cambio, reconocen que las personas tienen una dimensión trascendental sin por ello creer en Dios.
Cuando utilizamos el término “espiritual”, no sólo nos referimos a su acepción religiosa.