Pedagogia Globale desea que este texto sea una invitación al diálogo para la mayoría ; quisiera solicitar una reflexión común sobre esas propuestas que considera como fundamentales para una educación a la vida.
1. La persona
1.1.1 – Nuestra concepción de la persona se inspira del movimiento personalista concebido por Emmanuel Mounier.
1.1.2 – La persona es un ser único, que no puede ser confundido con ningún otro. Se construye por etapas de inrtegraciones sucesivas en el tiempo.
1.1.3 – La persona, por su misma naturaleza, es ante todo LIBERTAD. Este principio fundamental de libertad la lleva a conocer y manejar sus determinismos y sus condicionamientos biológicos, psíquicos, sociales y culturales. Es a través de la actualización de su libertad, que es a su vez su autonomía y solidaridad, que la persona se construye. Eligiendo entre las posibles acciones, se elige a si misma y se compromete. En su trabajo, su ocio y en todos los actos de su vida, desarrolla sus potencialidades creativas.
1.1.4 – Toda persona conquista su libertad, en todas las etapas de su vida, a través de su pertenencia a un CÍRCULO SOCIAL. Se descubre igual a si misma y avanza yendo hacia el otro, aceptando lo diferente y admitiendo la CONFRONTACIÓN.
1.1.5 – Esta concepción reconoce, al origen de la libertad y de la actividad del ser humano, una REALIDAD ESPIRITUAL, modelo para las existencias que le cogen prestados los valores necesarios para llevar a cabo una vida personal más amplia.
1.2.0 – Actualmente, consideramos esencial defender VALORES personales y comunitarios que permiten a la persona de existir y de oponerse a toda forma de alienación.
1.2.1 – Citamos ante todo, la salud, tal y como es definida por la OMS, es decir como bienestar físico, psíquico y social : dicho de otra manera, como bienestar global de la persona. Es por lo tanto necesario de garantizar, según un ritmo personal, la satisfacción de sus necesidades complementarias, como la actividad y el descanso, el dón, la acogida, l’expresión y la interiorización. Este equilibrio es amenazado por la civilización técnica y urbana. El progreso científico y sobre todo, el de la medicina, debería permitir a cada uno de asumir el cuerpo y la mente en su conjunto.
1.2.2 – No hay libertad sin conciencia. Es importante garantizar a cada hombre una educación permanente que le va a permitir situarse en un universo social. Cada persona debe tener la posibilidad de realizar su vocación propia y de disponer de una igualdad de oportunidades real, cuando cada sociedad perpetúa demasiado a menudo, por sus estructuras, las diferencias sociales.
1.2.3 – La libertad supone igualmente la reflexión, la interiorización que unifican y la CONTEMPLACIÓN que acoge la realidad.
1.2.4 – Las relaciones entre personas son fundamentales. Deben ser espontáneas y gratuitas y no solamente técnicas y funcionales. Deben permitir las confrontaciones y favorecer las acciones concretas y concertadas.
1.2.5 – La sexualidad es un componente de toda la vida de la persona y un potente dinamismo de la relación con el otro y con el grupo. Debe ser vivida como una elección personal orientada hacia el respeto de la vida, el equilibrio y el desarrollo de las personas, en armonía con la vida social. Los tabúes sociales y la utilización comercial o política de la sexualidad hacen esta elección más difícil.
1.2.6 – El compartir y el dón siguen siendo valores esenciales. Hay que redescubrirlos en nuestra sociedad que privilegia el consumo, el beneficio y el dinero.
1.2.7 – La solidaridad consciente y deseada, el esfuerzo y la voluntad de asumir las consecuencias de sus actos llevan normalmente a una actitud de participación y compromiso. Es así que podemos combatir el riesgo y la irresponsabilidad que generan la burocracia en todas las sociedades.
1.2.8 – La libertad de opinión garantiza el desarrollo de la personalidad, pero la verdad no es exclusividad de la persona y se construye progresivamente a través de la aportación de todos, tanto en la acción como en la reflexión.
1.2.9 – La búsqueda de la felicidad es una aspiración profunda de la persona, aspiración que debe no obstante ser educada y cultivada.
2 – La Formación
2.1.1 – La Pedagogía Global se integra en un contexto social, económico y político. No constituye un mundo aparte, cortado de la realidad diaria. La formación se integra en el mismo contexto y debe ayudar los responsables a definir los objetivos de las acciones que organizan y llevan a cabo en relación constante con los diferentes ámbitos a los que se dirigen
2.1.2 – La calidad de la formación debe reflejar la calidad que se atribuye a la educación.
2.1.3 – La educación es en si misma una oportunidad insustituible de formación.
2.2.1 – Las finalidades de la formación.
2.2.1 – La formación apunta por un lado hacia el aprendizaje de la función de educar y gestionar un grupo y por otro lado, hacia el crecimiento personal y único de todo educador. Esta formación bajo esos dos aspectos nunca se acaba y debe enmarcarse dentro de un proyecto permanente.
2.2.2 – Sin la formación, ni el educador puede desarrollar plenamente aptitudes tales como : la acogida, el diálogo, el compromiso, la capacidad de análisis, de sintetisar, de creatividad ; ni el que lleva el grupo puede entender el territorio en el que trabaja : las personas y los medios tienen expectativas y necesidades que deben conducir a una clarificación de las orientaciones pedagógicas.
Más concretamente, la formación ayda a cada uno a convertirse en :
- Un pedagogista que tiene la intención de favorecer el progreso de cada uno en el plano personal, familiar, profesional y comunitario y de ayudar a los grupos a trasformarse en comunidades (en el sentido, por supuesto, entendido por Mounier y Maritain) ;
- Un coordinador de actividades de expresión, comunicación y de descubrimientos;
- Un organizador de búsquedas y un agente de relaciones que contribuyen a poner las condiciones necesarias para establecer nuevos modos de vínculos sociales ;
- Un agente de desarrollo cultural, que tiene la intención que cada uno se dé cuenta de su propia CULTURA y pueda encontrar su lugar en la sociedad en un momento dado y adquirir los instrumentos de análisis y de creación ;
- Un experto capaz de encargarse de los problemas prácticos diarios : seguridad, legislación, gestión, etc.
- Un educador siempre dispuesto a reflexionar sobre sus motivaciones, cada vez más consciente de su compromiso y de su papel en la sociedad, cada vez màs responsable de su formación y que adopta un proceso de FORMACIÓN PERMANENTE.
2.2.3 – La formación ne es sólo asunto de los pedagogistas o de las personas que tienen responsabilidades sociales. Las comunidades necesitan tambien formación para entender mejor el encadenamiento de sus acciones y para determinarse mejor ; para conocer el contexto ambiental y económico y manejarlos mejor ; para mejorar las propias fuentes de comunicación. Todo ello, se hará a través de la formación personal de los responsables de las organizaciones, pero también con la aportación de formadores externos.
3 – La Pedagogía
3.1.1 – Una pedagogía global, elaborada a partir de las expectativas y de las vivencias de las personas siguiendo la formación, por un lado ; y a partir de los objetivos de los formadores, del otro, refuerza la exigencia del diálogo. Este camino progresivo que tiene en cuenta la edad y las experiencias de los participantes y de los formadores, así como de las situaciones y del desarrollo de la formación misma, implica los participanetes en su formación. El itinerario debe ser evaluado por los participantes y el equipo de los formadores. Éstos siendo los responsables de las condiciones de existencia de cada uno en el seno del grupo, deben encargarse de escuchar a los participantes, de la calidad de las enseñanzas y del aprendizaje así como del cumplimiento de las exigencias institucionales.
3.1.2 – La vida en la comunidad de Pedagogía Global como formación y auto-formación es la ocasión para cada uno de multiplicar sus recursos personales y de controlar sus propias adquisiciones. También le permite evaluar sus aptitudes y reforzar sus motivaciones. También debe garantizar a cada uno la realización de sus objetivos de la formación. Es la razón por la que Pedagogía Global se apoya sobre la vida del grupo, no centrado no sobre si mismo, sino sobre un compromiso adaptado a los objetivos de la formación y de la promoción humana.
4- La deontología de los formadores
4.1.1 – Llamamos deontología el conjunto de los principios éticos que determinan toda la actividad de formación, teniendo como entendido que la iniciativa y el dinamismo son las cualidades principales de todo educador, que debe ejercer de forma crítica y responsable en el marco de la instituciones donde actúa.
4.1.2 – Si queremos favorecer el desarrollo personal de los que siguen una formación, hay que tener en cuenta las eventuales fragilidades de las personas. Si alguien debe ser cuestionado, hay que acordarse que el análisis psicológico de las motivaciones sólo debe comunicarse en el caso de que ayude a esta persona a estructurarse ; por lo tanto, no se puede practicar en grupo, ni en un tiempo de formación demasiado corto, con un formador sin formación precisa y apropiada, sin vínculo con el objeto de la formación en curso, sin una apertura sobre el exterior que relativice, sin preocuparse de la madurez de la persona y sin su consentimiento libre.
4.1.3 – La búsqueda pedagógica es necesaria. De forma concreta : conocer a las personas que piden una formación, como a las personas de las que tendrán responsabilidad, es un proceso que debe seguir su curso. Por otro lado, nuevos métodos de intervención en la formación y en la adaptación de las finalidades perseguidas requieren una EXPERIMENTACIÓN.
4.1.4 – Hay que mantenerse atentos a los fenómenos de proyección de los formadores o de los participantes líderes sobre los demás miembros del grupo. La vida colectiva no es siempre favorable al desarrollo de la persona ; No conduce siempre a una vida comunitaria. Los formadores se asegurarán que cada persona pueda encontrar su lugar en la vida colectiva y serán conscientes del reagrupamiento artificial que constituye una sesión de formación
4.1.5 – La vida de grupo no debe afixiar el tiempo de reflexión personal, sino, por lo contrario, respetar el alternar entre el trabajo intenso y la interiorización. Es la persona comprometida en un proceso formador, y no los formadores, quienes elija elaborar una síntesis de las informaciones recibidas, de las actitudes que adopta y de los comportamientos que realiza.
Conclusión
Las verdaderas conclusiones están en los hechos.